29 abril, 2011

Postales de viaje (2)


Como un rayo violeta,


la idea no es volar,


sino caer,



caer,


y caer,


hasta levantarme a tu lado.

28 abril, 2011

Postales de viaje (1)

Llover lo que es llover... aquí no solo llueve: Es algo más...

Estos bosques tienen el muestrario de verdes más variado que yo haya visto jamás. Pues bien, tiene una razón de ser evidente: Por la mañana chispea, o cae un chirimiri, o un calabobos, o una lloviznilla, o un orpín, o un chiriso..., vamos, que harinea, que hay algo así como una niebla meona... llega después el mediodía y, a intervalos, comienza a jarrear, nos cae un chaparrón continuado, una aguarrada... que sí, de verdad, que chubasca, que bastarea hasta ese bonito momento en el que tus calcetines se han convertido en una esponja y te lagrimea el pelo por toda la cara...

¿Y crees que, al llegar la noche, se abre el cielo? Pues no, sigue la ronda de precipitaciones variantes y nos toca una buena chupa de agua: Cae la del pulpo, chuzos de punta desde un nubarrón que nos peina la coronilla... este rincón debe ser el único punto del planeta donde todos los meteorólogos aciertan cada día: ¿Mañana?, ¿que qué va a hacer mañana? Llover...

...quizá si apareces por mi habitación pueda golpearte repetidamente como hacen las gotas contra la ventana... quizá podremos entonces decir aquello del "parece que escampa"...



26 abril, 2011

Otro océano espera


Apócrifo (7): Haiku Dormido

La gata ataca

y acata el ataque el gato:

Bigotes atan.



(Haiku incierto atribuido a un Tenno de la dinastía Yamato, en el marco de los mitos arcaicos de Izanaqu e Izanami)

Apócrifo (6): Haiku Dormida

A media luz,

mi hogar y mi poema

son tus gemidos.




(Haiku de la escuela de Issa, leído en el diario de una emperatriz nipona. El manuscrito original cuenta con una nota al pie de caligrafía afilada e inclinada atribuida al emperador: "El trono del crisantemo comienza bajo tu kimono")


25 abril, 2011

Variación de la carta del jefe Seattle

¿Qué ha sucedido con el bosque espeso? Desapareció.
¿Qué ha sucedido con el águila? Desapareció.
La vida ha terminado. Ahora empieza la supervivencia.



¿Que ha sucedido con la saliva de sus versos? Desapareció.
¿Qué ha sucedido con los besos a la deriva,
con los mordiscos que me liban y los arañazos del basilisco?
¿Dónde quedan esta mañana?, ¿dónde quedó
la lengua de ginebra y grana que esdrujulea con exclamativas?,
¿dónde la marea entre labios?, ¿dónde el agravio autorizado,
la carne cruda cortada en dados, las cicatrices en la cintura,
los empachos felices de perdices, las mudas del día después...?

El proemio ha terminado. Ahora empieza la novela.


(Algunas musas me permiten recuperar la fe:
pese al hombre blanco, aún sigue viva la mujer).

Síntomas de inconsciencia (XI)

Despertarse de la siesta a las 22:30.

Cenar una tortilla de 4 huevos .

Fumar en pipa por falta de existencias.

Planchar camisetas y recuerdos.

Reinventar un tinto de primavera.

Escuchar postales de Beirut en secreto.

Romper el corazón de una piruleta.

Quemar la ciudad con un mechero.

Recoger versos dispersos por la mesa.

Lavarme los dientes con lavanda y romero.

Calentar los pies fríos de tu ausencia.

Escribir lo que no debo.

Servir una copa de bridas con ginebra.

Dibujar tus bragas blancas en el cuaderno.

Vencer al dragón que aflora en una fresa.

Leer un poema sin fronteras.

"Entre tú y yo," -repaso- "siempre impidió un nosotros esa puta Y griega".

"Lo hemos matado y rematado", leo.

Buenas noches. Echo el cierre en el desierto.

Mañana seguimos en guerra.

Discúlpame, morena, si hasta entonces no despierto...


...Solo quise
decirte -y me han salido dos acantos
y dos tristes- que nada
hay para mí más bello que el ver que estás alegre
y viva.

(Aníbal Núñez)

23 abril, 2011

Me jode (XIV)

Me jode despertarme con en el ojo hinchado por un orzuelo, palpitando como un timbal, igual que si acabara de pillar el autobús a la carrera...

...me da por pensar que besé la lona en sueños y perdí por knockout el campeonato de los besos ligeros.

En el estante de Madame Lamort

Tiene cinco tatuajes arañándole el pecho.

El viento que nace a orillas del Sena tararea Knockin´ on heaven´s door, mientras mi noche oscura muerde las estatuas espejadas en la piel del río desde el puente de Alejandro III: Respiro una ciudad de mentira.

Soy tú que me miras, tú que me identificas con la sombra desorientada que ordena tus pasos. Pongamos, por ejemplo, que me llamo Horacio y que París (quizá Madrid) es el final (quizá el principio) de una madrugada que nació hace millones de años y debe acabar mañana.

La noche es un abismo. Arrebola anunciando tormenta. Hoy yo soy tú también: sonríe, miéntete y repite “Bacchum in remotis carmina rupibus vidi docentem*”. He visto a Baco revelando sus cánticos...

...y ya han quedado escritos en los cinco tatuajes que consumen tu pecho.


(*Oda XIX, Libro II. Horacio)

22 abril, 2011

Escrito (/Dormido) en tu piel

Ni en la luz ni en la sombra,
ni en la cifra que la nombra:

De mi lengua el anaquel
reside solo en la piel
que sobre mi piel se alfombra
- acaso un fuego que escombra
las escorias del cincel de mis días de papel -:

La HEROÍNA de este imbele
que escribe y quizá ANHELE
fundar una pre-Babel

-ni en la luz ni en la sombra,
ni en la cifra que lo nombra-

para hacer de dos dosel,
colchón y un solo durmiente:

Como un crisol emergente
del reencontrado vergel
que funde lo diferente
de dos cuerpos bajo una sola piel.

20 abril, 2011

Semana manta

...no, perdón, 'Mantilla'.





(Fotografía de Leopoldo Pomés)

Para ir a dormir: Kardiáfaga


Tu boca, miel y licor,
ha sido vista (¡qué vicio!)
devorando un corazón.


Ocurrencias

Greta garabatea una T
- ¿Todo?, pregunto…
- Tanto todavía…



Gafas de visión Tiresias: Vea la tragedia antes de subir la escalera.



El silencio de los dioses es el vestido mejor cortado:
No hay recurso teatral más efectista que el silencio.



Más allá de las medias naranjas, ella es mi flor de azahar.



He visto una sombra de invisible.
Tendré que revisar mi fiel ateísmo.



Mi demonio de la guarda, la mochila cargada de muerte.

19 abril, 2011

Choices




espectáculo que combina la magia, el teatro físico,

técnicas aéreas (circo), la palabra y el humor

20 de abril de 2011

20:30

Sala Triángulo

(c/ Zurita, 20 - Madrid)

Síntomas de inconsciencia (X): Vs.corriente

No debería aprobar las corrientes de conciencia. Leo a Colinas respondiendo una de esas preguntas a las que recurren los periodistas contra todo poeta: ¿para qué sirve la poesía? "A veces escribes para no gritar". Justo antes repasaba a Alberto Santamaría. Dos páginas con las esquinas dobladas: Un "Comparto con la muerte -ya lo sabes- / el deseo de ver tu nombre escrito junto al mío." Y un "¿Cuál es tu nombre, amor? / Lo necesito para mi esquela." Yo necesito escribir para no dejar de fumar. Contracorriente. O no tanto. Ya conozco -y frecuento- varios bares desobedientes. Y el concepto "contracorriente" siempre me hace pensar en el salmón. En los chinook. Los que regresan a casa para morir. Los que mueren cumplida su única misión: dar paso a la siguiente generación (...su ciclo biológico se inicia en la cabecera de los ríos, donde, tras la eclosión, los alevines crecen y permanecen uno o dos años allí. Después emigran al mar y, al cabo de unos tres años, alcanzan la madurez sexual y regresan entonces al mismo río donde nacieron, remontando las aguas hasta las zonas de puesta, para desovar, y entonces las crías emigran de las corrientes de agua dulce al mar una vez que alcanzan la madurez. El instinto migratorio de los miembros de la familia del salmón es muy específico, y cada generación regresa a desovar al mismo lugar donde desovó la generación anterior. Incluso las especies que no migran del agua dulce al agua salada desovan en las mismas corrientes de agua dulce que sus antecesores...). Me jode despertarme y no conocer mi misión. Ni terminar de saber adónde tendré que volver. Porque sigo sin tener muy claro cuál es mi casa ni quiénes son mis ¿raíces? No creo que escribir sea la solución. Mucho menos fumar. Ya he pedido la vez y aún espero mi turno. Todavía no estoy dispuesto a dar el relevo. Me toca hacer y no sé cómo hacerlo. Se me cuelan un par de jubilados y una maruja que conoce de hace tiempo al carnicero. Parece que ellos tampoco están dispuestos. Y entonces la vida se escapa con dos únicos deseos: Dormir y follar. Un hombre sin cabeza. Regalo de propina al genio su libertad concediéndole mi tercer deseo. Es lo que haría Aladín y esa era una de las películas favoritas de mi pequeño. Otro cigarro. Y un tinto de verano en primavera. Ya no leo más esta noche. Dejo que suene la minicadena y el llanto de mi vecina de escalera. Tecleo llevado por mi afonía, buscando una estúpida melodía de sonidos similares en un castellano sin apenas entropía que cualquiera puede escribir y nadie en su sano juicio debería permitir. Libertad disfuncional, cuando lo que uno pediría sería un constante bucle de dormir y follar. Sin escribir ni fumar. Si no es en tu piel. Si no es tu hachís. ¿Para qué sirve la poesía? Para esperar que alguien encuentre la alegoría que me lleve al lecho de mi manantial, el de mis antepasados, el que DEBE ser mío, la cumbre biográfica donde espera un sepulcro con mi nombre...

...y, escrito al lado, el tuyo.

17 abril, 2011

Armas de distracción lasciva

El resultado de la devoción de Praxíteles
por la forma que esconde la piedra y revela la hetera Friné;



El pincel de Domenico Titoretto y su fe por todas y cada una de las Magdalenas;



El corta y pega que aconseja Juan Francisco Casas,
y que en la tinta de su boli bic se sublima hasta convertirse en un gemido;




...era a oscuras o tenía los ojos cerrados? no sé, el mundo no estaba...

-un desnudo puede ser un verso-

distracción festiva,
destrucción altiva,
mi deseo
en tu saliva,
mi saliva
en tu jadeo...


S
u
c
e
d
í
a

...mmmmmmmmm...

Domingo de guardia

Cada mañana, ventanas cerradas
en la oficina gris de mi rutina.

Post-its de un amarillo pálido,
un calendario poblado de cruces,
Gil de Biedma plagiado en el barniz de la mesa,
papeles, cables, notas, fechas,
anuarios, registros de salarios, un dossier,
firmas y tinta, fotocopias, café,
una agenda con garabatos, sobres,
bases de datos en la red, espejos sin imagen,

¿en qué puedo ayudarle?

Otra vez
lunes, martes,
miércoles,
jueves (¡Jaime!)
viernes,
lunes… martes…

...abro el ordenador y tecleo mi nombre...

…por lo visto (leo) es posible declararse hombre.

16 abril, 2011

La Ley soñada


Soñé que había fiesta anoche en el infierno,
que te pedía un baile el mismísimo diablo,
que buscabas tu deseo en su cuerpo encendido
y, volviendo la cara, agarraste mi mano...

...di, mientras te busque, que me encontrarás,
que seré yo, mientras huyas, a tu lado un fugitivo.

Y mintamos después a Platón y a Pessoa:
que ni todo son sombras,
ni solo las palabras quedan...

...ni hay siquiera cuerdas
que aten nuestro destino.

Un día después...

Nos lo debe la historia

"Venid a ver la sangre por las calles",
aún podéis fotografiar los restos,
aún veréis afrentas en los gestos,
aún existen cruces en los valles...
Venid a ver mentiras por las calles,
la falsa alegoría de los festos
del pueblo, sus votos en los cestos,
un parlamento con corona y ayes
en las tertulias de todos los bares...

...pero de la memoria de una anciana
camada de libertos, despertares
sin rendición proclaman que mañana
-pese a los euros y a los pesares-
esta nación será REPUBLICAna.

15 abril, 2011

Uffff...


Onomatopeyas referidas a voces o sonidos emitidos por animales, recopiladas por José Martínez de Sousa:

Abeja: Susurrar, zumbar
Alondra: Trisar
Asno: rebuznar, ornear, roznar
Becerro: Berrear
Borrego: Balar
Buey: mugir
Búho: Ulular, chuchear
Burro: Rebuznar
Caballo: Relinchar, resoplar, bufar
Cabra: Balar
Cabrito: chozpar
Canario: Gorjear
Carnero: Balar
Cerdo: Gruñir, guarrear
Chacal: aullar
Ciervo: Rebramar, roncar, bramar, berrear, balar
Cigarra: chirríar
Cigüeña: Crotorar
Cisne: Voznar
Conejo: Chillar
Cordero: balar, chozpar
Cotorra: Hablar, carretear
Coyote: Aullar
Cuervo: Graznar, crascitar o croscitar, voznar, urajear, grajear
Elefante: Barritar, berrear
Gallina clueca: Cloquear
Gallina: Cacarear, cloquear, clocar
Gallo: Cantar, cacarear
Gamo: balar, gamitar, roncar
Ganso: Graznar, grajear, urajear, voznar
Gato en celo: Marramizar
Gato*: Maullar, mayar, miar, miagar, bufar, ronrronear
Golondrina: Trisar
Grajo: graznar, grajear, croajar, crocitar
Grillo: Grillar, chirriar
Jabalí: Arruar, rebudiar, gruñir, guarrear
Jilguero: Gorjear
Langosta: Estridar
León: Rugir
Liebre: Chillar
Lobo: Aullar, ulular, guarrear, otilar
Loro: Hablar
Mochuelo: ulular
Mono: chillar
Mosquito: Zumbar
Mula: Rebuznar
Oso: gruñir
Oveja: Balar, balitar, balitear
Pájaros: Trinar, piolar, gorjear, gorgoritar
Paloma: Zurear, arrullar, gemir
Pantera***: Himplar
Pato: Parpar, titear, gritar, graznar
Pavo: Gluglutear, vocear, titear
Perdiz: Cuchichiar o cuchichear, ajear, titear, serrar
Perro**: Ladrar, aullar, arrufar, gruñir, gañir, regañir, latir, regañar
Pollito: Piar, piolar, piular, pipíar
Rana: Croar, groar, charlear
Ratón: chillar
Ratón: Musitar
Rinoceronte: barritar
Ruiseñor: Gorjear
Sapo: Croar
Serpiente: Silbar
Toro: Mugir, bramar, bufar, aturnear
Tórtola: Gemir, arrullar
Urraca: Graznar
Vaca: Mugir, remudiar, bramar
Yegua: Relinchar
Zorra: Tautear, chillar
Zorro: aúllar, guarrear

*El gato, bufa cuando hace “fu”; maúlla cuando, siendo adulto, da maúllos o maullidos; maya cuando, siendo joven, da maídos; miaga o mía cuando dice “miau” o “mío”.

**El perro arrufa cuando gruñe e hincha el hocico al tiempo que enseña los dientes, o regaña (de regañir) cuando lo maltratan, o regaña (de regañar) cuando demuestra saña, sin ladrar y mostrando los dientes o, finalmente, late cuando ve o va siguiendo la caza.

***La pantera himpla: vacía.

****El cazador ha caído: se vacía.

14 abril, 2011

Bridas


A ti, que me diste el fuego,

encadenada titánide,

te lo ruego:


Acepta mi saliva,

por ti libre

y para ti cautiva.



(Holly, de Louis Smith; National Portrait Gallery)

Me jode (XIII)

Me jode despertarme con tantas ganas de mear que resulta imposible retozar bajo el nórdico "5 minutitos más"...

...es la expresión más evidente de que mi cuerpo no me pertenece: de que mis sueños dependen de su necesidad: de que los días amanecen, mis riñones funcionan y el placer de retozar no siempre es posible pese a conocerse mi viscoelástico como "Nunca-Jamás".

Síntomas de inconsciencia (IX): Familia

J. se duele de su ciática y, dado su hígado graso y el recorrido en diagonal ascendente de su índice de transaminasas, se resigna a dar traguitos cortos a una botella de agua mineral y a subrayar nuestra incompetencia para casi todo; M. saca su palo (futura estaca) para el baile 'gótico' de Van Helsing de la muestra de fin de curso, y todos nos ponemos a darle vueltas al palo como las majorettes -menos J., que esconde su incapacidad manual tras un "sois-un-perfecto-ejemplo-de-inconsciencia"-; desde luego, yo vuelvo a comprender que soy mucho más válido para las tareas abstractas que para las manuales... no es que esté descoordinado... es que no me resulta fácil controlar mi cuerpo; A., que hace con el palo las virguerías que quiere después de más de 15 años de práctica con las baquetas de su batería, dice que antenoche vio '24 hours party people' y que es un peliculón; a M. no le gusta su vino blanco ("Esto no es Rueda... tenía que haberme pedido un gintonic como vosotros"); L. tiene carita triste: está medio griposa... y su jefe le ha tenido una hora al teléfono para no decir nada... y a ella, como a mí, tampoco le sale a la primera la mierda del ejercicio del palo; y los dos queremos matar a A. porque envidiamos esa capacidad motora inalcanzable para nuestra raza de psicomotricidad limitada; me preguntan por ti y que qué tal va y que si funcionamos y que cómo eres; A. le toca las tetas a L. sin ningún pudor; L. le come la boca; M. y J. reconocen que echan de menos la facilidad, lo espontáneo, de un algo sentimental; y les jode echarlo de menos; y lo quieren; pero no saben dónde encontrarlo... O quizá sí; M. no sabe qué hacer con su amante; ya van cuatro años de no saber qué hacer; pero es que sigue perdida por él; por el constructo que ha hecho de él; sí, M. lo reconoce; pero para excusarse dice que no la entendemos; "prueba - error"; pero sin medianías; 2011 tiene pinta de ser un año raro para esto; pero L. y A. no se cortan en agarrarse del culo y eso nos hace confiar; a lo mejor en 2011 solo dura lo que debe durar; otra ronda; y a empezar a relacionar el principio de motivación por logro y el principio de motivación por reconocimiento: ¿objetivo de poder, objetivo sexual o pura autorrealización?; a mí me mola terminar un puzzle porque sí, aunque nadie lo vea, o cuadrar palabras y versos como ejercicio para sentirme genial; “¿sabíais que el boomerang lo inventaron los egipcios?”, dice M.; "eso es un arma del diablo", replica A., "yo he huido de boomerangs que yo mismo había lanzado"; “pues H. es de la selección española de frisbee”; “¿eso existe?”; "cuánto gilipollas", dice J.; y pedimos la cuenta, y E. nos invita a otra ronda y de regalo un "podéis fumar, que ya he cerrado la reja"; y L. ya no aguanta más; A. y L. se van; nos quedamos J. y yo con las 'cuitas' de M.; no sabe qué hacer... mierda de vida. Pero merece la pena. Y hasta tenemos suerte. “¿sabéis que he conocido a una muchacha anósmica?, no ha olido nada nunca”... eso debe ser más jodido que un mal de amores... aunque dure 4 años... no oler... M. me descubre la palabra ‘háptica' hablando de la búsqueda de un vocablo que identifique la cualidad de ofrecer tacto. 4:30. Mejor nos vamos. Vale. J. andando. La rubita y yo a motorizados: un besazo. Nos marcamos el viernes para el concierto. Hecho. Me hago un tatuaje en el pecho antes de dormir. Un uroboros con el lema ‘Amor manet’. Desde que los miércoles son los nuevos sábados, es difícil no sentir la pequeña maravilla de vivir. Ñam...


13 abril, 2011

Lizzie


Cuando entras a un museo en el último turno antes del cierre no buscas el itinerario caníbal de la visita turística o el “yo-estuve-ahí”. Cuando, en una tarde lluviosa y gris del abril londinense, entras en la Tate con menos de una hora de permiso para deambular por sus pasillos, persigues, en realidad, un solo cuadro, evitar los codazos y las refriegas curiosas que se amontonan ante los iconos más mediáticos, y conversar, al fin, con alguno de esos lienzos conocidos, antes de volver a casa.

Así entro por el pórtico neoclásico camino de la Ophelia (1852) de Sir John Everett Millais. Me atrae esa ninfa danesa y suicida, muerta ya en la instantánea pero, al mismo tiempo, aparentemente suspendida, insinuando una suerte de encuentro místico que al espectador se le escapa: Apenas sumergida en las aguas heladas del lago que le ha robado el aliento, Ofelia ya ha sido en este pasaje triturada por el despecho del héroe de la pieza, otro Hamlet distinto al que amó, extraviado en un cumplimiento de venganza donde ya no dice más aquello del “I love thee best, o most best, believe it. Adieu. ‘Thine evermore, most dear lady, whilst this machine is to him…” Adoro esa melena pelirroja flotando en torno al rostro... existe el mito de que el gen MC1R, un recesivo extraordinario, responsable del rutilismo y lo que esto conlleva (la coloración roja del cabello y la piel blanca y rosácea), no solo determina una exquisita y sufrida sensibilidad al dolor por encima de la media, sino que -dice la leyenda- arrastra una fogosidad sexual que para sí quisieran rubias y morenas... No es mi especialidad, pero hay algo en los lienzos que retratan a este modelo de mujer que me atrae poderosamente… recuerdo la María Magdalena de Lefevbre, la Dánae de Klimt, la primavera de Axentowicz y, por encima de todas, recuerdo la pelirroja de mirada esquiva que Toulouse-Lautrec serió en distintas posiciones y espacios tomando como modelo a la lavandera parisina Carmen Gaudin...

En fin, para qué más divagaciones. No es la primera vez: En ocasiones paro en la Tate a la vuelta del trabajo y, por unos minutos, observo a esta mujer que suelta su melena pelirroja en los brazos de la corriente mientras se escapa su vida por esos boca-y-ojos entreabiertos. Me alivia pensar que las historias de amor no pueden juzgarse por su éxito… así le sucedió a la misma modelo del cuadro, Elizabeth Siddal (1829-1862), la muchacha británica que Millais inmortalizó en el papel de la hija de Polonio, una sufriente “profesional” que llegó a quedarse helada sumergida en una bañera mientras el pintor prerrafaelita diseñaba su retrato... La misma Lizzie Siddal que se rindió en los brazos de un gallardo Dante Gabriel Rossetti, y a quien éste mismo desposó y abandonó después de haber sido padre de una hija muerta: el hombre por cuyo Adieu, la Ofelia histórica del XIX inglés terminó arrastrada por la corriente, tras una sobredosis de láudano, con apenas 33 años...


Síntomas de inconsciencia (VIII): Barfly

- Como historiador de la bebida no hay nadie que me iguale.
- Eso es porque ninguno de ellos ha vivido tanto tiempo, ¿cuál es tu secreto?
- No levantarse nunca antes del mediodía.
(Hollywood, Charles Bukowski, 1989)

Siempre empiezo a leer los libros por el final. Necesito crear un horizonte antes de cruzar un texto. Y eso me ha hecho pensar en Zo. Creo que le leí una obsesión similar. Hoy Zo habla de despertar y eso es algo que no se me da bien. Habla también la señorita Brinviyer hoy de finales. Por pura supervivencia, eso sí es algo que manejo bien: Acabo por el principio. En el horizonte. Creo que toda despedida es una mentira y todo comienzo un recuerdo renovado. Recordar hacia adelante. Eso lo aprendí de Alicia. La de Carrol. El Público de Lorca mediante. De la cama deshecha de Zo, paso a una variación deconstruccionista de El Padrino: ¿Y si, en lugar de la cabeza de un caballo, la mafia dejara entre las arrugas de las sábanas, el cadáver de dos palomas como constatación de mi punto de no retorno? Valeria provoca esa imagen con su disparo cojo. Una oda al 'último hombre libre' que conozco. La impotencia del egoísmo no cumplido. La herida siempre abierta del último en morir. ¿Moriría antes Penélope que Ulises? Imagino al viejo jónico deshaciendo el camino, viudo, abdicada la corona en Telémaco y, perdidos los amores de Calipso y Circe, mudas las sirenas y muerto Polifemo, atiborrándose en un banquete de Lotófagos para recuperar la inocencia del desmemoriado. Para volver a recordar hacia adelante. Algunos tenemos más pasado que futuro, dice el hombre libre. Triste. Salto a Inmaculada Mengíbar: "Pero seamos realistas: / Penélope, cosiéndole, / no es más feliz que yo / ahora mismo rompiéndole / la cremallera" (Cosas de Mujeres). Me sobran los pantalones. Pero Ella no está aquí. Por eso los llevo puestos. Y, en lugar de cada uno de sus labios, lo que humedece los míos es un triste gintonic solitario. La botella más bonita. Azul. Como las letras de esta camiseta prestada que huele a alguien que no soy yo pese a cubrir un torso que reconozco como mío. Azul. Y se van las teclas a la princesa y a los nenúfares de Darío. O al otro. El persa. O al otro. El sobrino del Pequeño y su eterno rostro magullado. Un enano de Moratalaz que no sabe no armarla. El azul es también el color de Ali. Mi bailarina. La mejor piloto en vespa por Roma. Mi manchi, bella. Cerca de Piazza Nabona, Pasolini y su "vivevo una gloriosa vita di perseguitato". Una copa de Montepulciano y un par de Luckys para aguantar, mientras la aguante, la mirada fija de la camarera del Caffe della Pace. Apaches. Nitchu itzan. Ze-nto gusgajz. Chaj yuichak daj kla. De picnic en Malasaña. Como el Catulo de Antonio González ("aún llevo tu memoria como guía / de luz en esta ruta hacia el ocaso"). En Malasaña. Y yo en la cama. Sin más aliados que la Buika, un teclado, y estos diez dedos, viejos conocidos, que ya no se asombran cuando recorren mi cuerpo. Otro trago y otro cigarro. Soy un barfly desorientado. Empecé la vida por el final. Por aquello de marcar un horizonte. Y por eso sé que, como le sucede al hombre libre, uno empieza a ser un hombre triste, el día que sabe que no vuelve a volar la paloma aperdigonada que en algún capítulo nos comprometimos a amar. Zo no quiere parar de despertar porque, así, cree que no se tendrá que "conformar con eso que llamaba y llamabas y llamábamos amor". La Chaos recrimina al tirador el silencio que siguió a su disparo amoricida. Pero yo recuerdo que no acabo solo. Que sigue avanzando abril y que prometí ser feliz y dedicar el mes a la espuma. Yo me llamo Dormido. No soy Bukowski ni Chinaski. Soy una mosca de bar que se niega a experimentar "la ignición del caos" (eso lo escribió Guillén) de una lámpara anti insectos sin haber retozado antes en un colchón de mierda y en un colchón de miel. Mañana no me levanta nadie antes del mediodía. ¡Un Junípero - Fentimans!, por favor. Y un par de Luckys. Para aguantar la mirada fija que devuelve el espejo esta noche de reincidencia en la inconsciencia: Escribir. Como quien pretende saber a qué saben los finales. O quien confía en no volar solo. O el que, con un regusto a insomnio, deja que estos diez dedos conocidos le descubran el principio de un nuevo cuento por contar. He descubierto la palabra secretear. No se lo digas a nadie. Todo lo que esta entrada esconde es un charco de conciencia secreto. Y no es mío. Dormido. Es tuyo. Tú que te atreves a leer.

12 abril, 2011

Relatividad

Ella me lee,
y cree que yo estoy en estas letras.

Le escribo,
y duda si es o inspira este poema.

Sin embargo,
si cambiamos el eje del sistema,

¿no seré yo, esta vez, el que la sueña?,

¿no será que,
más allá de los versos,
la vida sea acaso símbolos sólo
y Y-O cobre sentido, a E-L-L-A referido?

G.B. variatio (1)

PALUMBICIDA

Maté una vez 
a un par de enamorados
me dio pena
la justa

primero murió él
un tiro en la cabeza para aplacar su sed
y evitarle el despecho

/ de nada /

mustia
Ella
zurea
sobre el cadáver tibio y recién perforado
de su alfa semental
por un balín trocado / de aquí en adelante /
en macho omega

-BANG-

/ no llores más / paloma
muerta
con tu muerto pichón

yo no soy cazador solo mato en mi casa
a veces por desidia
a veces por amor

(Crítica II, 2011/04/12)

11 abril, 2011

DE TI

No debería pasar, pero me pasa. El humo del tabaco debería llenarme el estómago. La combinación de tequila, cerveza, tinto de verano, whisky y vitaminaGin debería aportar el contenido calórico necesario para equilibrar el desgaste que me exige la sed de vaciarme contigo. Y como. Como. Como más de lo necesario. Y duermo. Duermo. Duermo mucho. Duermo todo lo que puedo. Duermo. Pero nunca duermo demasiado. Y escribo a deshora. Deshonrando. Por pereza y por falta de trabajo. A veces escribo. La mayoría juego y escupo. No, no quise nunca ser futbolista. Pero escribo como ellos juegan: A hostias y escupiendo. Debería ser suficiente. No debería pasar, pero me pasa: TENGO HAMBRE. Y más que un domador de gatas, me siento un inconsciente equilibrista... hambriento de alturas. Sí, me la suda la caída. No debería pasar, pantera, pero pasas: SUCEDES. Y sucedes en mi cama. Fumando. Bebiendo. Vaciándote. Comiendo. Durmiendo. Escribiendo. Escupiendo. Volando. Jugándote el pellejo sin miedo a caer.

09 abril, 2011

Me jode (XII)

Me jode despertarme solo con una mezcla de olores en la almohada (tu sudor y tu champú),

y que un puto autobús te lleve tan lejos de mi casa y de una nueva madrugada más allá de la corrección (con su cocktail de champú y sudor).

Me jode (XI)

Me jode despertarme cuando todos se acuestan y saber que no somos de la misma especie... o que los nocturnos somos los débiles que no superamos la selección del más fuerte, o que...

...la noche está hecha solo para los valientes.

Apuntes sobre Peter Altenberg

Me despido de Austria desayunando en un café de Viena, sobre la clásica encimera de mármol y junto a una colección de periódicos ininteligibles. Repaso las notas que he tomado de un escritor de cabaret del primer tercio del XX: Richard Engländer o, como él mismo se autodenominaba, Peter Altenberg.

A diferencia de lo que ocurre en otros cafés tradicionales del mundo, en Viena es habitual que un cliente se pase horas sin otra cosa que hacer que leer la prensa diaria o semanal. Junto con el café, el camarero servirá el obligado vaso de agua fría de grifo y las horas morirán sobre sillas Michael Thonet. Nada en Austria se deja al azar...

A finales del siglo XIX y principios del XX, muchos escritores famosos frecuentaban los cafés vieneses por su ambiente. Solía verse a más de un 'parroquiano' escribiendo en su mesa (se dice que gran parte del famoso diario Die Fackel de Karl Kraus se redactó en cafés de este tipo). Pero, en fin, todos mis apuntes se refieren a Peter Altenberg y adoro a este cabrón porque, en este contexto, iba aún más allá: Se hacía enviar su correspondencia personal a su café favorito, el Central...

Nacido el 9 de marzo de 1859 en Viena, y fallecido 60 años después, Altenberg residió durante toda su vida en Viena, cultivando una extensa obra basada en textos breves y esparcida en una docena de volúmenes. Alcohólico, neurasténico, noctámbulo y algo más contradictorio que cualquier ser humano, Altenberg conoció tanto la vida de los cafés y los locales nocturnos como la de los hospitales psiquiátricos. Fue admirado por el compositor expresionista Alban Berg por el escritor y premio Nobel Thomas Mann o por el existencialista Robert Musil, quien calificó a Altenberg como "el mejor poeta del fin del siglo XIX”. Hay rastros de Altenber en Kafka o en Rilke... ¿necesita algún tipo de presentación más?

...un hombre capaz de dejar para la historia una cita 'wildeiana' presente en todas las agendas de pro: "El arte es el arte y la vida es la vida, pero vivir artísticamente es el gran arte de vivir”; ...uno de los escritores más singulares de ese apasionante momento en el que la historia convirtió Viena en un foco artístico de referencia mundial entre finales del siglo XIX y comienzos del XX; ...un renegado de Derecho y Medicina que abrazó muy joven la bohemia como opción permanente de vida y al que un médico de la época llegó a certificar científicamente como un "incapacitado para ejercer una ocupación normal debido a la hipersensibilidad de su sistema nervioso".

En aquella Viena del 'fin de siècle', un personaje como éste no podía sino destacar entre los principales grupos revolucionarios del arte: Formó parte del movimiento artístico y literario Jung Wien (Joven Viena) y fue colega, entre otros, de Gustav Mahler (Dios) o Gustav Klimt. Debido a que muchas de sus obras literarias fueron escritas cuando frecuentaba diversos bares y casas de café vienesas, Altenberg es considerado como un poeta de cabaret. Los detractores de Altenberg le acusaron de drogadicto y mujeriego, pero, sus fieles, sin embargo, defendieron siempre su carácter individualista, altamente creativo y con una especial debilidad por la estética. Estos admiradores salvaron al escritor, especialmente habilidoso a la hora de convencer a otros a pagar su alimentación, su champán e incluso su renta, la cual adeudaba constantemente: Altenberg vivió siempre de su talento, de su genio y de su encanto, hasta el punto de ser considerado entre los académicos vieneses como "el Bohemio de los bohemios".

¡Salud!



PS. Fragmento de "Cavilaciones de un revolucionario": "No tomarse la propia vida más en serio que una pieza de Shakespeare! ¡Pero tampoco menos! Dejar que la vida se apodere de uno como en el teatro. El teatro de la vida. ¡Ser el espectador ideal de uno mismo! ¡Estar del todo concentrado y, sin embargo, saber salir luego de los embrollos e intrigas al aire fresco de la noche! ¡Haber vivido lo que no se ha vivido y no haber vivido lo que se ha vivido! ¡Así te purificas de ti mismo! Y tus "propias tragedias" te proporcionan la sonrisa…de la sabiduría."

08 abril, 2011

Avatar pareidólico

(A mi rubita, por su melena morada

y por saber a qué sabe mi sangre)


La sonrisa de los solos no es un gesto: Es una declaración de intenciones. Inmersa tras el enrejado del laberinto, la satisfacción sin destinatario del náufrago genera círculos concéntricos sobre el pantano de los hechos. Su libertad es la voluntad de seguir participando en la tragedia: la sonrisa del solo ambiciona el monólogo cómico que cierre su pieza.


........


Diseñó su avatar para caminar por las aceras sin confundir las fechas ni las caras, para apurar los tiempos sin quedar atrapado en el mecanismo del reloj, y obtener el visado afectivo necesario para residir sin prejuicios en el imaginario de sus semejantes.

Parecía sencillo... redibujar las formas de su apariencia en un orden matemático elemental, computar la localización de sus lunares, traducir a un código comprensible para el sistema la puntualidad de su incertidumbre o la sed secuencialmente irracional con que busca arañar...

Los demás se plegaban al procedimiento de autocorrección. Los demás creyeron suficientes 16 millones de colores para el universo y un multiyo definido dentro de los parámetros estilísticos del escenario. Los demás se agruparon en comunidades de vida efímera, intercambiando pseudónimos y excusas de interacción con el límite bien definido en el factorial de 3: variedad uniformada con un combo de opciones para definir lo genuino del ser.

La rebeldía tiene efectos secundarios: su avatar generó pareidolia: Todos veían en su par el origen mismo del modelo: Imposible. Se achacó el error a la mala fortuna de alguna anomalía y pronto se despreocuparon. La novedad se volvió obviedad y perdió su interés: El secreto quedó oculto...


...y así, su libertad es la voluntad de seguir participando de la tragedia. No cree en lo factible y, al despertar, confía solo en la sensación que genera su paladar con el primer sorbo de un Herradura añejo de contrabando. La sonrisa de los solos no es un gesto: Es una afirmación de militancia en la vida.

No digas que no lo avisé...


...no debemos extrañarnos entonces si al atravesar con paso rápido la calle de Los Asesinos, cerca de San Stefano, bajamos la cabeza, sabiéndonos culpables de los crímenes cometidos.


Sólo quien no haya amado nunca a nadie, ni a sí mismo, puede levantar la frente y presumir de su inocencia en calles como ésta.



Los asesinos (Ray Loriga, 2009)

Para (no) ir a dormir



...no creas que me arrebato,
pero piénsalo despacio,
como sigas con la idea
de enredarme en tus vaivenes,
se me van a desatar...


(unas ganas de morderte y no parar...)

Ficciones reales (1)

- Compi, me puedes regalar un cigarrito...

- Lo siento, me quedan dos y no regalo veneno.

- Venga, uno para ti y otro para mí... que nos quitamos 5 minutos de esta mierda de vida.

- (mmmm) Toma, quédate los dos, pa' mí los 10 minutos.

(Lavapies, 07/04/2011. 23:55 -más o menos-)

07 abril, 2011

Inventario: 100

- Ajmatova, Al-Farazdaq, Alberti, Aleixandre, Apollinaire, Argullol, Basho, Baudelaire, Bécquer, Benedetti, Benítez Reyes, Blake, Bolaño, Borges, Bretch, Bukowski, Bun, Byron, Calderón, Catulo, Cernuda, Chaos, Clark, el Dante, Darío, Dickinson, Egea, Espronceda, Elliot, Fuertes, Garcia Lorca, idem Montero, Garcilaso, Gelman, Gil de Biedma, Gimferrer, Ginsberg, Goethe, Góngora, Gómez de la Serna, González, Goytisolo, Guillén, Hahn, Hernández, Homero, Horacio, Issa, J, Jarir, Jose Alfredo, Juan Diego, Kavafis, Keats, Lara, León Felipe, Leopardi, Lezama Lima, Lugones, de Luis, Machado, Mallarme, Mandelshtam, Manrique, Mesa, Neruda, Ovidio, Palka, Panero, Pasolini, Paz, Pessoa, Pintado, Plath, Poe, Prado, Quevedo, Rilke, Rimbaud, Safo, Salinas, Santamaría, Santiago, Siso, Shakespeare, Shelley, Tablada, Thomas, Trakl, Uribe, Ungaretti, Valente, Valery, Vallejo, Verlaine, Virgilio, Whitman, Wilde, Yeats...-


...tanta poesía y tanta memoria en el olvido de mi estantería; tanta poesía acumulada y latente esperando que explote mi talento y me convierta (¿por qué no?) en el clásico de mi vida;


…tanta poesía...


...y solo miro el teléfono esperando su timbre impertinente y, al otro lado, (garra balsámica e hiriente) el eco de tu voz.

A veces aparece un documentalista... (1)


En el sudeste de Innsbruck, levantándose sobre una ladera, se puede ver un edificio compacto de muros blancos con una forma similar a un gran faro costero. Es el castillo de Ambras, uno de los monumentos históricos más importantes de la capital tirolesa, inseparablemente unido al personaje del archiduque Ferdinand II (1529-1595), soberano renacentista, mecenas de las artes y las ciencias centroeuropeas posmedievales, y un enamorado capaz de renunciar a la corona por la bella hija de unos ricos comerciantes de Augsburgo.

Pero este castillo y este noble centroeuropeo no son los verdaderos protagonistas: La clave, como siempre, reside en la mujer que inspiró el edificio y provocó la abdicación del Archiduque: Philippine Welser.

...........

Procedía Philippine de una adinerada familia de mercaderes alemanes que a mediados del siglo XVI dominaba el mercado mundial de especias y estaño. Era una joven de ojos azules, pelo oscuro y piel blanca como el alabastro. Un buen partido para los jóvenes europeos que, sin embargo, andaba haciéndose la remolona: En un solo año, Philippine llegó a rechazar a 28 pretendientes.

Ferdinand, por su parte, archiduque del Tirol, parecía más preocupado por las artes y la equitación que por las mujeres... hasta que conoció a la Welser. El encuentro tuvo lugar lejos de Innsbruck, en Augsburgo, durante una recepción al Emperador Carlos V (nuestro Carlos I). El heredero de Castilla, Aragón y América, era el tío del Ferdinand que nos ocupa y, así, fueron recibidos, Charlie y Ferdinand, con todos los honores que merecía su rango, en la casa de los Welser... Durante aquel banquete, el joven Ferdinand centró su atención en la mesa, más allá de las langostas, en la joven hija de los anfitriones. No ocurría entonces lo que el actual Príncipe de Asturias ha podido formalizar: A un noble le estaba terminante prohibido desposarse con una plebeya. Por ello, oliendo la explosión hormonal que empezaban a destilar Philippine y el Archiduque, el padre de la criatura decidió mandar a su hija lo más lejos posible, al castillo de Breznice, en Bohemia del Sur.

Sin embargo, en 1557, diez años después de que Ferdinand y Philippine compartieran mesa y miradas clandestinas por primera vez, se celebró en los bosques de alrededor de Breznice una partida de caza con la participación del Archiduque. La cacería fue un éxito y el vino comenzó a correr con generosidad en palacio. Vino + dos jóvenes enamorados "en edad de merecer"... ¿El resultado? De madrugada, una jovencita en camisón y un segundo fantasma, masculino éste con cinco escoltas dando tumbos y portando velas encendidas, se dirigieron a la capilla para oficiar una boda "prohibida": Al modo de las Vegas, la ebriedad pudo lo que la norma social impedía y el amor estaba obligando desde mucho tiempo atrás: "Ferdinand del Tirol y Phillippine Welser, yo os declaro marido y mujer". Tan solo esas 8 personas en la capilla de Breznice conocían el matrimonio...

Con todo, dado que en junio de 1558, nació el primer hijo de la pareja clandestina, Phillipine, para evitar ser descubierta, puso al bebé en la puerta del castillo y, saliendo sorprendida de sus habitaciones cuando el portero descubrió al recién nacido, fingió adoptar al niño abandonado. Agobiada por el teatro de su vida, poco tiempo después solicitó Phillipine una audiencia al emperador para solicitarle, como era costumbre, una súplica: Con su pequeño en el regazo, Phillipine anunció a Carlos V que el padre de ese niño era de procedencia noble y que, al ser ella solo una burguesa, su amante les tuvo que abandonar y renunciar al matrimonio... El emperador, sin sospechar nada, declaró que ningún padre podría ser tan severo para que la hermosura de su nuera no ablandara su corazón y no perdonara un matrimonio desigual: Sin conocer la identidad del padre, el monarca aceptó la unión.

Imagina lo que sucedió en el mismo instante en que Phillipine reveló al Archiduque Ferdinand como su amante: El rey del Tirol fue llamado inmediatamente a palacio y, aunque obligó a que el matrimonio permaneciera por siempre en secreto y quitó a los herederos de la pareja el derecho a la sucesión al trono checo y húngaro, se rindió Carlos V al amor (de casta le viene al galgo... fue su madre Juana la que se desvivió de amor por su Felipe), aceptó la convivencia de la pareja y les adjudicó una renta de 30 mil monedas de oro anuales. Los adolescentes enamorados triunfaron más de una década después de que saltase la chispa.

En 1564 subió al trono el emperador Maximiliano II, que mandó a Ferdinand al castillo de Ambras. En 1576, el primogénito de Philippine y Ferndinand, el "teatralmente abandonado" Andreas, cumplió los 18 años y debía ser nombrado cardenal, pero, ¿podía un niño encontrado en la calle pasar a ocupar un puesto de tal categoría en el nuncio católico? Pues sí, el Papa reconoció el matrimonio y, en Innsbruck, el enlace se hizo oficial (¡¡Casi dos décadas después de la primera boda y el primer polvo!!).

Eso sí, como en todas las historias de amor legendarias, cuando parece que la realidad firma un armisticio con la pasión, la tragedia se asoma a la ventana: Philippine murió en 1580, en una de las habitaciones de Ambras: 30 años de amor clandestino contra menos de un lustro de libre felicidad: Ferdinand ordenó un sepulcro a su esposa al escultor Alexander Colin. La imagen en mármol de Phillipine, junto a la de Ferdinand, descansan en la "Capilla de plata" de la Hofkirche, la iglesia Real de Innsbruck.


Y colorín colorado, el cuento ha comenzado...


06 abril, 2011

Variaciones de Lao Tsé (5)

III: ...el sabio controla a la gente: vaciando sus corazones, llenando sus vientres, debilitando sus ambiciones, y fortaleciendo sus cuerpos.


El 3 para la 5ª variación. Nada más que añadir.

Te esperan mis garras, espero tu deseo, se acaba el Tao Te Ching.


(Ps. solo quiero aprender de ti...)

Variaciones de Lao Tsé (4)

XL: ...el movimiento del Tao es retornar. El uso del Tao es aceptar. Todas las cosas derivan del Tao. El Tao no deriva de ninguna.


Una copa de cristal es el vacío en el que baila el vino.

Aún desnuda, visten a la maestra sus propias dudas.

Porque la pipa es parte del humo

igual que el futuro decide nuestros días.


El centro de tu vientre es la fuente de donde brota mi fiebre.

Y caen amapolas del surtidor de mi boca, cada vez que me muerdes.

Porque mi lengua es parte de tu beso

igual que existen versos

que anticipan la Historia.


Nostalgia de la Dignidad


...el gobierno está detrás de nosotros. A veces con helicópteros artillados, a veces con paramilitares, a veces con aviones bombarderos, a veces con tanques de guerra, a veces con soldados, a veces con policías, a veces con ofertas de compra-venta de conciencias, a veces con ofrecimientos de rendición, a veces con mentiras, a veces con estridentes declaraciones, a veces con olvidos, a veces con silencios expectantes. A veces, como hoy, con silencios impotentes.

(...)

Esto somos: El que florece entre cerros. El que canta. El que cuida y crece la palabra antigua. El que se habla. El que es de maíz. El que habita en la montaña. El que anda la tierra. El que comparte la idea. El verdadero nosotros. El hombre verdadero. El ancestro. El señor de la red. El que respeta la historia. El que es gente de costumbre humilde. El que habla flores. El que es lluvia. El que tiene conocimiento para mandar. El cazador de flechas. El que es arena. El que es río. El que es desierto. El que es mar. El diferente. El que es persona. El rápido caminador. El que es gente. El que es montaña. El que está pintado de color. El que habla palabra legítima. El que tiene tres corazones. El que es padre y hermano mayor. El que camina la noche. El que trabaja. El hombre que es hombre. El que camina desde las nubes. El que tiene palabra. El que comparte la sangre y la idea. El hijo del sol. El que va de uno a otro lado. El que camina la niebla. El que es misterioso. El que trabaja la palabra. El que manda en la montaña...

(...)

Y hoy lo repetimos: rebeldes somos. Rebeldes seremos. Pero serlo queremos con los todos que somos. Sin la guerra como casa y camino:

(...)

Es la hora de que este país deje de ser una vergüenza vestida sólo del color del dinero.


Extractos del Discurso del Subcomandante Marcos, el Zócalo de Ciudad de México, 11 de marzo de 2001.

(Ilustración de Hugo Ortiz)

Insomnio: Adán, Eva...

(...y una pila de cigarros)

Cegaron de un arañazo la pupila de la luna para que ni siquiera el destino pudiera verles. Dos animales (que son el mismo animal) burlaron la sal del mar y aprendieron juntos a caminar con un pie sobre el agua y, el otro, sobre la lava...

Olvidaron quiénes eran y dónde estaban. Perdieron de su diccionario la palabra "escenario" y aprendieron a coger manzanas de la palabra "pecado". Construyeron un bosque de papel asegurado contra cualquier tipo de incendio, y lo llamaron "paraíso".

Armaron el viento con faldas negras para esconder el día y todo se hizo noche. El río de la ciudad se convirtió en una lengua opaca de tequila y en los jardines crecieron magnolias moradas. No hubo más amaneceres, no hubo más muertos ni más palabras que el silencio: Ellos, dos felinos insurrectos, reivindicaron el vacío de la impresión en suspenso.

Avanzaron, entonces, una línea más allá de la línea del horizonte, inventaron el último idioma que cerraba el círculo para decirse lo que ninguna palabra antes pudo expresar. Quemaron, ahora sí, la piel de la fruta y el solar de sus raíces: Acabaron a mordiscos con la pulpa del purgatorio.

Y, finalmente, al llegar de vuelta al mar, volcaron sobre la espuma hasta la última gota de sangre, conscientes de que ya solo el labio estaba vivo. La luna regresó sola, sin aviso alguno, para beberse el último susurro antes de que el alba descubriera dos cadáveres hechos uno.

Medio moñas... y feliz


Limpio


(...y deseando rozar con las yemas el muslo de una pantera)

05 abril, 2011

De nudos y desnudos (no tan) míticos

He abierto surcos en su cuerpo sin cuerdas ni bueyes de Gordión,

pero, anudados, no podrían separarnos ni la espada ni la furia de Alejandro.


No soy Teseo, ni Hércules, ni mucho más que Yo,

pero (¡qué se jodan los héroes!), Hipólita me ha dado su trenza envuelta en papel de regalo.


(...y, además de amazona, sale cada noche por el Helicón de copas...)

Síntomas de inconsciencia (VII)

Como en el surtidor de Rilke,

todo vuelo anticipa la caída.

…hace un par de años, 40 pavos de 95 me acercaban al Cantábrico… hoy apenas me llegan para alcanzar Ciudad Universitaria…

Y, con todo…

…si al final apareces,

reincidente mordisco,

de mi sueño en el fondo del abismo,

y ante ti palidece

el firmamento mismo:


a tomar por culo la gasolina y el surtidor, la caída o el vuelo...


Yo me quedo en su cama, con Ella entre los brazos,


y que disculpe Rilke si no nos despertamos…


(Fotografía de Vicente Ansola)

Te extraño, pequeño... (2)


...la pequeña gran debilidad de M. Dormido y mía... allá por el 2008...


04 abril, 2011

Con el eje cambiado...


Brujuleo entre la bruma


los vestigios del deseo


para encontrar solo espuma


y ese inútil brujuleo...





(Viñeta de El roto)

Y el resto es silencio

..... ...y el dolor no se me aparta

Sólo queda un mundo

Por el silencio de los justos

Sólo por tu silencio y por mi silencio


Javier Sicilia

Para ir a dormir...


La Buika acompañada de Chucho Valdés,
homenajeando a Chavela Vargas... ¿se puede pedir más?

Sí:

Que despierten los nietos de aquellos letristas inmortales:


Soledad, ¡vuelve ya!
...a quitar con tus canciones
para siempre los crespones
que ensombrecen mi solar...

(Enrique Fabregat)

Variaciones de Lao Tsé (3)

XI: ...la arcilla se moldea en forma de vasos,
y precisamente por el espacio donde no hay arcilla es por lo que podemos utilizarlos como vasos.
Abrimos puertas y ventanas en las paredes de una casa,
y por estos espacios vacíos podemos utilizarla.
Así, pues, de un lado hallamos beneficio en la existencia;
de otro, en la no-existencia.


Escribo un poema invisible a cinco dedos en su espalda.

No hay utilidad.

El sabor de la manzana queda entre mis yemas y su piel,
en ese espacio indefinido que solo existe para mí,
esa Ella que Ella no es,
en ese instante de carne que existe fuera de ambos,
en la unión de esos otros que tampoco somos nosotros:

Fuera de sí, existir se justifica por ese momento en que queda en suspenso, sea lo que sea, la experiencia de vivir.


03 abril, 2011

Variaciones de Lao Tsé (2)

LXIII: "Practica la no-acción, emprende lo no factible..."


Seguiré el consejo:

voy a echarme la siesta, arropándome con tu desnudo...


(...aunque no estés, estás).

Variaciones de Lao Tsé (1)

El Tao no puede expresarse con nombres... vale.

Pero debo apuntar que, quizá, sí que quepa en un mordisco:


Hay algo de absoluto en vaciarse.

02 abril, 2011

No tengo cuerpo para escribir...

...me lo he dejado en su cama,


y, si preguntan por mi alma,

hoy solo quiere morder.

Día de luz mate

La naturaleza sigue unas regularidades que las leyes científicas explican: precisamente porque los hechos naturales se repiten la ciencia puede ser predictiva. El reino natural se compone de sustancias minerales, vegetales, animales y también humanas, aunque la naturaleza no agota la totalidad de lo humano, porque el hombre presenta además un torso no natural, casi podría decirse que antinatural: la libertad. Las creaciones de la libertad son únicas, imprevisibles, sorprendentes incluso para su autor, y esto presta a las realizaciones humanas, que se suceden sin sujetarse a un criterio uniforme, una dimensión temporal. Solemos excusarnos a diario de mil menudencias pretextando que no tenemos tiempo cuando, bien mirado, lo único que tenemos es tiempo, pues somos tiempo; no entidades repetitivas sino fluyentes, ondulantes. Incurrimos en contradicciones, pues el antes y el después de nuestro decurso vital no coinciden. Más aún, somos una contradicción viviente: la naturaleza nos privilegia con una individualidad autoconsciente, pero nos castiga después dispensándonos el mismo destino cruel que al resto de sus criaturas que no tienen conciencia de sí mismas. De ahí las aporías, los dilemas y las tensiones que conforman el humano devenir. La identidad del hombre depende de la habilidad para crearse una narración creíble sobre el mundo que ilumine el sentido de la existencia y otorgue a su vida un papel digno y significativo dentro del conjunto.

Apócrifo (5): 5

Tus pechos, dos nevados al acecho

con sus dos carámbanos de arrebol:

Dos coronas de escarcha y ababol

para un corazón nunca satisfecho.


Cuero ardiendo, ¡una hoguera!, mi pecho,

el rubor encarnado del farol

que enardeciera por ti sin control

y por ti se extinguiera sin provecho.


¡¿Cómo no consumirse, fuego y hielo

al coincidir, igual que el fusilado

y el honor del fusilero homicida,


si al final la pasión conduce al duelo,

igual que el rayo prende el sembrado

e igual que la muerte exige una vida?!


..................................




Copio este poema manuscrito junto al soneto número 5 de un volumen de la primera edición de 'El rayo que no cesa y otros poemas (1934-1936) / Miguel Hernández ' (prólogo y epílogo biográfico, Rafael Alberti ; retrato de Miguel Hernández, G.(ori) M.(uñoz)]. -- Buenos Aires : [Schapire], 1942 -- Colección Rama de Oro / dirigida por Rafael Alberti), rescatado en un kiosko de la cuesta de Moyano.



Nota. Junto al retrato de la página 118, aparece escrito un segundo comentario: 'Proyecto: Un mayo de pavesas'.

Y qué...

...si soy feliz

01 abril, 2011

Hasta quemar el último cartucho


Apócrifo (4): Instrucciones para utiliza una fotocopiadora

INSTRUCCIONES PARA UTILIZAR UNA FOTOCOPIADORA
(Para inadaptados tecnológicos)

Recupero este texto encontrado en una primerísima edición de “Historias de Cronopios y de famas” del maestro Cortázar (editores posteriores desecharon su inclusión por la mediocre construcción del relato). Léase como curiosidad bibliográfica en honor de Geörg Kenningar, el viejo loco de la avenida Mayo que me descubrió ese ejemplar en la Librería “El árbol del Yelmo”. Adjunto la ilustración que acompañaba al manuscrito original.


Preámbulo

Una copia es la versión perfeccionada del original, un clon frío y pulido, una imitación indiferente que acosa a la imagen genuina desde el momento en que esta última despierta a su realidad especular. Cuando te sacan una fotografía, no solo el nitrato de plata o los megapixeles de la memoria registran, punto a punto, los detalles originales del momento que fuiste, no, cuando te sacan una fotografía, “Sonríe, vamos, siempre pones la misma cara, a ver, un poco más a la izquierda… una, dos y…”, no, cuando te sacan una fotografía, tú te conviertes en copia de una pupila congelada, invicta, tan soberbia que desdeña el paso del tiempo, capaz de sonreír por milenios sin pestañear siquiera, inmutable y eterna: Perfecta.

Inconsciente e insensato, el original presiona el botón contra sí mismo, registrando la calavera instantánea, con su sonrisa a medio esbozar, el párpado caído por el brillo del sol al contraluz, el aire en torno detenido y una guirnalda de silencio cosiendo el estallido del láser. El que mira al espejo es consciente de su doble identidad, cambia el gesto y domina su proyección. El que mira su copia, evoca, revive la vida de aquel otro calco, el que mira es, al fin, prisionero de su imagen suspendida.


Instrucciones

1-Abrir la tapa; 2-Poner libro; 3-Cerrar tapa; 4-Botón verde.

Allá, en el láser, está la eternidad. Ensaye el gesto, caliente los 60 músculos que necesita para ofrecer su beso, y libere los deseos de ese único músculo enjaulado entre costillas al que le debe el temblor de rodillas cada vez que acerca su cuello la destinataria del instante. Pegue el labio al cristal y cierre los ojos para evitar una temprana ceguera. Presione el botón verde. Ahora las tripas de la fotocopiadora comienzan la digestión. El papel se tiñe de usted, el beso se convierte en una realidad irreverente impresa sobre el tiempo. Allá, en la verdad que engendra la máquina, espera la eternidad, gira sobre sí misma y sella un sentimiento azaroso que, en ese instante, sobrevive para siempre.