la idea no es volar,
y caer,
Llover lo que es llover... aquí no solo llueve: Es algo más...
¿Qué ha sucedido con el bosque espeso? Desapareció.
J. se duele de su ciática y, dado su hígado graso y el recorrido en diagonal ascendente de su índice de transaminasas, se resigna a dar traguitos cortos a una botella de agua mineral y a subrayar nuestra incompetencia para casi todo; M. saca su palo (futura estaca) para el baile 'gótico' de Van Helsing de la muestra de fin de curso, y todos nos ponemos a darle vueltas al palo como las majorettes -menos J., que esconde su incapacidad manual tras un "sois-un-perfecto-ejemplo-de-inconsciencia"-; desde luego, yo vuelvo a comprender que soy mucho más válido para las tareas abstractas que para las manuales... no es que esté descoordinado... es que no me resulta fácil controlar mi cuerpo; A., que hace con el palo las virguerías que quiere después de más de 15 años de práctica con las baquetas de su batería, dice que antenoche vio '24 hours party people' y que es un peliculón; a M. no le gusta su vino blanco ("Esto no es Rueda... tenía que haberme pedido un gintonic como vosotros"); L. tiene carita triste: está medio griposa... y su jefe le ha tenido una hora al teléfono para no decir nada... y a ella, como a mí, tampoco le sale a la primera la mierda del ejercicio del palo; y los dos queremos matar a A. porque envidiamos esa capacidad motora inalcanzable para nuestra raza de psicomotricidad limitada; me preguntan por ti y que qué tal va y que si funcionamos y que cómo eres; A. le toca las tetas a L. sin ningún pudor; L. le come la boca; M. y J. reconocen que echan de menos la facilidad, lo espontáneo, de un algo sentimental; y les jode echarlo de menos; y lo quieren; pero no saben dónde encontrarlo... O quizá sí; M. no sabe qué hacer con su amante; ya van cuatro años de no saber qué hacer; pero es que sigue perdida por él; por el constructo que ha hecho de él; sí, M. lo reconoce; pero para excusarse dice que no la entendemos; "prueba - error"; pero sin medianías; 2011 tiene pinta de ser un año raro para esto; pero L. y A. no se cortan en agarrarse del culo y eso nos hace confiar; a lo mejor en 2011 solo dura lo que debe durar; otra ronda; y a empezar a relacionar el principio de motivación por logro y el principio de motivación por reconocimiento: ¿objetivo de poder, objetivo sexual o pura autorrealización?; a mí me mola terminar un puzzle porque sí, aunque nadie lo vea, o cuadrar palabras y versos como ejercicio para sentirme genial; “¿sabíais que el boomerang lo inventaron los egipcios?”, dice M.; "eso es un arma del diablo", replica A., "yo he huido de boomerangs que yo mismo había lanzado"; “pues H. es de la selección española de frisbee”; “¿eso existe?”; "cuánto gilipollas", dice J.; y pedimos la cuenta, y E. nos invita a otra ronda y de regalo un "podéis fumar, que ya he cerrado la reja"; y L. ya no aguanta más; A. y L. se van; nos quedamos J. y yo con las 'cuitas' de M.; no sabe qué hacer... mierda de vida. Pero merece la pena. Y hasta tenemos suerte. “¿sabéis que he conocido a una muchacha anósmica?, no ha olido nada nunca”... eso debe ser más jodido que un mal de amores... aunque dure 4 años... no oler... M. me descubre la palabra ‘háptica' hablando de la búsqueda de un vocablo que identifique la cualidad de ofrecer tacto. 4:30. Mejor nos vamos. Vale. J. andando. La rubita y yo a motorizados: un besazo. Nos marcamos el viernes para el concierto. Hecho. Me hago un tatuaje en el pecho antes de dormir. Un uroboros con el lema ‘Amor manet’. Desde que los miércoles son los nuevos sábados, es difícil no sentir la pequeña maravilla de vivir. Ñam...
...no debemos extrañarnos entonces si al atravesar con paso rápido la calle de Los Asesinos, cerca de San Stefano, bajamos la cabeza, sabiéndonos culpables de los crímenes cometidos.
Sólo quien no haya amado nunca a nadie, ni a sí mismo, puede levantar la frente y presumir de su inocencia en calles como ésta.
Los asesinos (Ray Loriga, 2009)
En el sudeste de Innsbruck, levantándose sobre una ladera, se puede ver un edificio compacto de muros blancos con una forma similar a un gran faro costero. Es el castillo de Ambras, uno de los monumentos históricos más importantes de la capital tirolesa, inseparablemente unido al personaje del archiduque Ferdinand II (1529-1595), soberano renacentista, mecenas de las artes y las ciencias centroeuropeas posmedievales, y un enamorado capaz de renunciar a la corona por la bella hija de unos ricos comerciantes de Augsburgo.
Pero este castillo y este noble centroeuropeo no son los verdaderos protagonistas: La clave, como siempre, reside en la mujer que inspiró el edificio y provocó la abdicación del Archiduque: Philippine Welser.
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Procedía Philippine de una adinerada familia de mercaderes alemanes que a mediados del siglo XVI dominaba el mercado mundial de especias y estaño. Era una joven de ojos azules, pelo oscuro y piel blanca como el alabastro. Un buen partido para los jóvenes europeos que, sin embargo, andaba haciéndose la remolona: En un solo año, Philippine llegó a rechazar a 28 pretendientes.
Ferdinand, por su parte, archiduque del Tirol, parecía más preocupado por las artes y la equitación que por las mujeres... hasta que conoció a la Welser. El encuentro tuvo lugar lejos de Innsbruck, en Augsburgo, durante una recepción al Emperador Carlos V (nuestro Carlos I). El heredero de Castilla, Aragón y América, era el tío del Ferdinand que nos ocupa y, así, fueron recibidos, Charlie y Ferdinand, con todos los honores que merecía su rango, en la casa de los Welser... Durante aquel banquete, el joven Ferdinand centró su atención en la mesa, más allá de las langostas, en la joven hija de los anfitriones. No ocurría entonces lo que el actual Príncipe de Asturias ha podido formalizar: A un noble le estaba terminante prohibido desposarse con una plebeya. Por ello, oliendo la explosión hormonal que empezaban a destilar Philippine y el Archiduque, el padre de la criatura decidió mandar a su hija lo más lejos posible, al castillo de Breznice, en Bohemia del Sur.
Sin embargo, en 1557, diez años después de que Ferdinand y Philippine compartieran mesa y miradas clandestinas por primera vez, se celebró en los bosques de alrededor de Breznice una partida de caza con la participación del Archiduque. La cacería fue un éxito y el vino comenzó a correr con generosidad en palacio. Vino + dos jóvenes enamorados "en edad de merecer"... ¿El resultado? De madrugada, una jovencita en camisón y un segundo fantasma, masculino éste con cinco escoltas dando tumbos y portando velas encendidas, se dirigieron a la capilla para oficiar una boda "prohibida": Al modo de las Vegas, la ebriedad pudo lo que la norma social impedía y el amor estaba obligando desde mucho tiempo atrás: "Ferdinand del Tirol y Phillippine Welser, yo os declaro marido y mujer". Tan solo esas 8 personas en la capilla de Breznice conocían el matrimonio...
Con todo, dado que en junio de 1558, nació el primer hijo de la pareja clandestina, Phillipine, para evitar ser descubierta, puso al bebé en la puerta del castillo y, saliendo sorprendida de sus habitaciones cuando el portero descubrió al recién nacido, fingió adoptar al niño abandonado. Agobiada por el teatro de su vida, poco tiempo después solicitó Phillipine una audiencia al emperador para solicitarle, como era costumbre, una súplica: Con su pequeño en el regazo, Phillipine anunció a Carlos V que el padre de ese niño era de procedencia noble y que, al ser ella solo una burguesa, su amante les tuvo que abandonar y renunciar al matrimonio... El emperador, sin sospechar nada, declaró que ningún padre podría ser tan severo para que la hermosura de su nuera no ablandara su corazón y no perdonara un matrimonio desigual: Sin conocer la identidad del padre, el monarca aceptó la unión.
Imagina lo que sucedió en el mismo instante en que Phillipine reveló al Archiduque Ferdinand como su amante: El rey del Tirol fue llamado inmediatamente a palacio y, aunque obligó a que el matrimonio permaneciera por siempre en secreto y quitó a los herederos de la pareja el derecho a la sucesión al trono checo y húngaro, se rindió Carlos V al amor (de casta le viene al galgo... fue su madre Juana la que se desvivió de amor por su Felipe), aceptó la convivencia de la pareja y les adjudicó una renta de 30 mil monedas de oro anuales. Los adolescentes enamorados triunfaron más de una década después de que saltase la chispa.
En 1564 subió al trono el emperador Maximiliano II, que mandó a Ferdinand al castillo de Ambras. En 1576, el primogénito de Philippine y Ferndinand, el "teatralmente abandonado" Andreas, cumplió los 18 años y debía ser nombrado cardenal, pero, ¿podía un niño encontrado en la calle pasar a ocupar un puesto de tal categoría en el nuncio católico? Pues sí, el Papa reconoció el matrimonio y, en Innsbruck, el enlace se hizo oficial (¡¡Casi dos décadas después de la primera boda y el primer polvo!!).
Eso sí, como en todas las historias de amor legendarias, cuando parece que la realidad firma un armisticio con la pasión, la tragedia se asoma a la ventana: Philippine murió en 1580, en una de las habitaciones de Ambras: 30 años de amor clandestino contra menos de un lustro de libre felicidad: Ferdinand ordenó un sepulcro a su esposa al escultor Alexander Colin. La imagen en mármol de Phillipine, junto a la de Ferdinand, descansan en la "Capilla de plata" de la Hofkirche, la iglesia Real de Innsbruck.
Y colorín colorado, el cuento ha comenzado...
El 3 para la 5ª variación. Nada más que añadir.
Te esperan mis garras, espero tu deseo, se acaba el Tao Te Ching.
(Ps. solo quiero aprender de ti...)
XL: ...el movimiento del Tao es retornar. El uso del Tao es aceptar. Todas las cosas derivan del Tao. El Tao no deriva de ninguna.
Una copa de cristal es el vacío en el que baila el vino.
Aún desnuda, visten a la maestra sus propias dudas.
Porque la pipa es parte del humo
igual que el futuro decide nuestros días.
El centro de tu vientre es la fuente de donde brota mi fiebre.
Y caen amapolas del surtidor de mi boca, cada vez que me muerdes.
Porque mi lengua es parte de tu beso
igual que existen versos
que anticipan la Historia.
...el gobierno está detrás de nosotros. A veces con helicópteros artillados, a veces con paramilitares, a veces con aviones bombarderos, a veces con tanques de guerra, a veces con soldados, a veces con policías, a veces con ofertas de compra-venta de conciencias, a veces con ofrecimientos de rendición, a veces con mentiras, a veces con estridentes declaraciones, a veces con olvidos, a veces con silencios expectantes. A veces, como hoy, con silencios impotentes.
(...)
Esto somos: El que florece entre cerros. El que canta. El que cuida y crece la palabra antigua. El que se habla. El que es de maíz. El que habita en la montaña. El que anda la tierra. El que comparte la idea. El verdadero nosotros. El hombre verdadero. El ancestro. El señor de la red. El que respeta la historia. El que es gente de costumbre humilde. El que habla flores. El que es lluvia. El que tiene conocimiento para mandar. El cazador de flechas. El que es arena. El que es río. El que es desierto. El que es mar. El diferente. El que es persona. El rápido caminador. El que es gente. El que es montaña. El que está pintado de color. El que habla palabra legítima. El que tiene tres corazones. El que es padre y hermano mayor. El que camina la noche. El que trabaja. El hombre que es hombre. El que camina desde las nubes. El que tiene palabra. El que comparte la sangre y la idea. El hijo del sol. El que va de uno a otro lado. El que camina la niebla. El que es misterioso. El que trabaja la palabra. El que manda en la montaña...
(...)
Y hoy lo repetimos: rebeldes somos. Rebeldes seremos. Pero serlo queremos con los todos que somos. Sin la guerra como casa y camino:
(...)
Es la hora de que este país deje de ser una vergüenza vestida sólo del color del dinero.
Extractos del Discurso del Subcomandante Marcos, el Zócalo de Ciudad de México, 11 de marzo de 2001.
(Ilustración de Hugo Ortiz)
Cegaron de un arañazo la pupila de la luna para que ni siquiera el destino pudiera verles. Dos animales (que son el mismo animal) burlaron la sal del mar y aprendieron juntos a caminar con un pie sobre el agua y, el otro, sobre la lava...
(...y, además de amazona, sale cada noche por el Helicón de copas...)
a tomar por culo la gasolina y el surtidor, la caída o el vuelo...
Yo me quedo en su cama, con Ella entre los brazos,
y que disculpe Rilke si no nos despertamos…
(Fotografía de Vicente Ansola)
Brujuleo entre la bruma
los vestigios del deseo
para encontrar solo espuma
y ese inútil brujuleo...
(Viñeta de El roto)
..... ...y el dolor no se me aparta
Sólo queda un mundo
Por el silencio de los justos
Sólo por tu silencio y por mi silencio