28 abril, 2011

Postales de viaje (1)

Llover lo que es llover... aquí no solo llueve: Es algo más...

Estos bosques tienen el muestrario de verdes más variado que yo haya visto jamás. Pues bien, tiene una razón de ser evidente: Por la mañana chispea, o cae un chirimiri, o un calabobos, o una lloviznilla, o un orpín, o un chiriso..., vamos, que harinea, que hay algo así como una niebla meona... llega después el mediodía y, a intervalos, comienza a jarrear, nos cae un chaparrón continuado, una aguarrada... que sí, de verdad, que chubasca, que bastarea hasta ese bonito momento en el que tus calcetines se han convertido en una esponja y te lagrimea el pelo por toda la cara...

¿Y crees que, al llegar la noche, se abre el cielo? Pues no, sigue la ronda de precipitaciones variantes y nos toca una buena chupa de agua: Cae la del pulpo, chuzos de punta desde un nubarrón que nos peina la coronilla... este rincón debe ser el único punto del planeta donde todos los meteorólogos aciertan cada día: ¿Mañana?, ¿que qué va a hacer mañana? Llover...

...quizá si apareces por mi habitación pueda golpearte repetidamente como hacen las gotas contra la ventana... quizá podremos entonces decir aquello del "parece que escampa"...



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