14 junio, 2012

El día

De la luz ambarina y con tiritera 
de las velas, 
tienen algo 
las farolas, allá a lo lejos, esta noche. 
Y hay un algo, un morado, en la noche 
de este Jorge 
que simplea 
a la luz de la vela de un cigarro. 

Velatorio con cigarras y motores, 
sin cadáver 
en presente, 
con la muerte vislumbrada en los hielos 
del gintónic que acompaña a estos versos, 
tan de todos 
y ningunos, 
a las tres de una fecha sin campanas 
y sin llantos. Escocidos sin motivo, 
y alumbrados 
con dolor, 
sin sentido que comprenda a estas horas 
de fulgor y nocturnos - temor absurdo -, 
en los brazos 
de la noche 
que brisea y que ensueña una Helena. 

Helena dormida, Helena cautiva 
de su caos 
y su herida: 
Helena cicatriz, Helena pecatriz...
El bajel que el viento ha encarnado 
hoy no arriba 
este puerto. 
Es la noche. Y no estás. Y ha muerto. 


EL DÍA

1 comentario:

Idus_druida dijo...

Es bello el poema.