Si ellos caen, no sé si tendremos tiempo para escapar.
Hasta los cojones:
Hasta los cojones:
Primero fueron a por los pensionistas y asumimos que nos tendremos que jubilar en el cementerio.
Después fueron a por los funcionarios y lo aceptamos como un mal menor.
Más tarde fueron a por los parados y empezamos a movernos.
Cuando fueron contra la democracia, nos indignamos.
Cuando fueron a por nuestro dinero, nos resignamos a pagarles más impuestos...
...después fueron a por los profesores y tuvimos que salir a defender la educación de nuestros hijos.
Más tarde fueron contra nuestros hijos y les pegaron como si fueran el enemigo.
A continuación fueron a por los médicos y a por los enfermeros y rezamos para no enfermar.
Cuando fueron a por los enfermos, deseamos que un milagro los sanara.
Cuando fueron contra los inmigrantes, les aconsejamos que se fueran.
Cuando se fueron nuestros amigos y familiares, les aconsejamos que no volvieran...
...y, entonces, vinieron por nuestros trabajos y nuestros derechos laborales y salimos detrás de ellos pero no les alcanzamos.
Luego fueron por nuestros ahorros, se los llevaron, y aún nos estamos preguntando cómo y dónde.
Ahora han ido a por los mineros y los mineros les han cortado el paso.
Ahora han disparado a los mineros y los mineros les han disparado a ellos.
Han ido a cerrar las minas y los mineros se han encerrado en ellas.
Han ido a enterrarles vivos y los mineros han salido del agujero con más fuerza.
Ahora han disparado a los mineros y los mineros les han disparado a ellos.
Han ido a cerrar las minas y los mineros se han encerrado en ellas.
Han ido a enterrarles vivos y los mineros han salido del agujero con más fuerza.
Los mineros bajan a la mina con un pájaro. El pájaro es más sensible a los escapes de gas. Su muerte les avisa de un peligro inminente.
Los mineros son nuestros pájaros.
Si ellos caen, no sé si tendremos tiempo para escapar.
Cuando vengan contra nosotros, quizá sea demasiado tarde.
Como dicen los mineros: Nosotros no estamos indignados,
nosotros estamos hasta los cojones.
Texto escrito por "El tío Salvador", tito de mi amiga Cristina Martín, 'Mari Kastaña'.