ni en la cifra que la nombra:
De mi lengua el anaquel
reside solo en la piel
que sobre mi piel se alfombra
- acaso un fuego que escombra
las escorias del cincel de mis días de papel -:
La HEROÍNA de este imbele
que escribe y quizá ANHELE
fundar una pre-Babel
-ni en la luz ni en la sombra,
ni en la cifra que lo nombra-
para hacer de dos dosel,
colchón y un solo durmiente:
Como un crisol emergente
del reencontrado vergel
que funde lo diferente
de dos cuerpos bajo una sola piel.
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