02 abril, 2011

Apócrifo (5): 5

Tus pechos, dos nevados al acecho

con sus dos carámbanos de arrebol:

Dos coronas de escarcha y ababol

para un corazón nunca satisfecho.


Cuero ardiendo, ¡una hoguera!, mi pecho,

el rubor encarnado del farol

que enardeciera por ti sin control

y por ti se extinguiera sin provecho.


¡¿Cómo no consumirse, fuego y hielo

al coincidir, igual que el fusilado

y el honor del fusilero homicida,


si al final la pasión conduce al duelo,

igual que el rayo prende el sembrado

e igual que la muerte exige una vida?!


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Copio este poema manuscrito junto al soneto número 5 de un volumen de la primera edición de 'El rayo que no cesa y otros poemas (1934-1936) / Miguel Hernández ' (prólogo y epílogo biográfico, Rafael Alberti ; retrato de Miguel Hernández, G.(ori) M.(uñoz)]. -- Buenos Aires : [Schapire], 1942 -- Colección Rama de Oro / dirigida por Rafael Alberti), rescatado en un kiosko de la cuesta de Moyano.



Nota. Junto al retrato de la página 118, aparece escrito un segundo comentario: 'Proyecto: Un mayo de pavesas'.

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