Es la madrugada del 6 al 7 de julio de 2011. Entre todos los inconscientes que perdéis el tiempo visitando esta página, habéis sumado hoy 2012 clicks... me ha resultado curioso (ahora entenderéis por qué) y voy a avisaros de una tontuna para que disfrutéis del fin de semana a cuchillo...
...puede ser el último si se cumple el vaticinio...
Viví una temporada larga en México, el único país que me ha enamorado como podría hacerlo una mujer. Madrid me tiene ganado como me vence mi hermano: por una cuestión de fidelidad al tiempo compartido y por esa sensación de ser uno mismo separado en dos realidades. México no. México empezó a seducirme el primer día. A emborracharme y a acariciarme; a arañarme y a abofetearme, al tiempo que empapaba mis playeras, violaba mi inocencia y, al fin, me descubría mi razón de ser: el azar y el compromiso de jugar a muerte la partida.
La historia del planeta entre los pueblos mexicas, influenciados por el conocimiento astral de olmecas, primero, y mayas, después, es un ciclo en espiral de soles con una vigencia total de 13 baktun. Durante el primer sol, la tierra estaba habitada por gigantes y el astro rey se paseaba durante el día atado a la cintura de Tezcalipoca. Hasta que Quetzalcoatl decidió varearlo y el jaguar devoró, en una suerte de gigantomaquia mesoamericana, a todos los vivos. Llegó después el sol del viento en lo que supone todo un antecedente mítico del planeta de los simios: Los monos eran dueños de la pirámide hasta que un tornado acabó con su era de dominio. De ahí se pasa al sol de Tlaloc, con su sociedad de pavos y una lluvia de fuego y piedras calientes como puente de transición hasta el sol del agua, lleno entonces el planeta de peces... vivimos hoy en el ocaso del quinto sol... sangrando para conceder nuestras vidas a esos dioses que sacrificaron sus huesos y su sangre para que el hombre naciera: "Nosotros sangramos por ellos y ellos sangrarán por nosotros". Ese fue el veredicto de la asamblea de dioses en Teotihuacan...
Esta era comenzó mediado nuestro 3114 antes del consensuado nacimiento de Jesús de Nazaret, y dicen la imaginería y las películas de Hollywood que concluirá a finales de diciembre de nuestro 2012... dice la profecía también que serán los terremotos y el hambre las causas naturales del fin de este ciclo...
Hoy se han reunido en Moncloa el secretario general de la ONU y su responsable de seguridad alimentaria y nutrición con el presidente español, en un intento por dinamizar los acuerdos de desarrollo del milenio para 2015... el hambre es uno de ellos... y, mientras tanto, el grano de los cereales básicos sube su precio en el mercado internacional fruto de la especulación que ya no pueden asegurarse los mercados financieros en sectores como la construcción y el crédito basura... la crisis de precios y divisas probablemente afectará a las ayudas para la población "en desarrollo", mientras "los desarrollados" ven subir el porcentaje de población en el umbral de pobreza al mismo ritmo vertiginoso que descienden las garantías de bienestar social y se suceden "epidemias" de raíz alimenticia con productos derivados de la tierra y del mar (E.coli y mercurio atunero son los últimos 'hallazgos'...). Puedo citar Chile, Argentina, Alaska, el Pacífico oriental, Japón, Indonesia, Nueva Zelanda, Pakistan, y hasta Lorca (Murcia), como zonas sufrientes de terremotos devastadores en lo que va de 2011... Ahora ya puedes empezar a dibujar la paranoia...
...dicen que acaba el quinto sol en 2012 y a mí no me salen las cuentas. Para los mayas, el ciclo de una jornada (el espacio nuestro de 24 horas que entendemos por "día") se llama KIN. Los kin se agrupan en meses o UINAL de 20 jornadas, englobados a su vez, en un año de 18 meses, TUN, de 360 días. Cada 20 años se contabiliza un KATUN y 20 katunes conforman un BAKTUN. Cada sol consta de 13 Baktun o, lo que es lo mismo, para entendernos, de 1.872.00 días... el cálculo de 2012 es una falacia según estos números: tengo la sensación de que los apocalípticos occidentales han calculado años de 365 días sin bisiestos y no de 360, olvidando a la luna y el sistema vigesimal maya... no quiero decir nada, pero según un puñado de divisiones en mi cuaderno (en algún momento perdí la cuenta, lo confieso), el día final, contando a partir del 14 de agosto del 3114 a.C, es el 10 de julio de 2011... el domingo que viene.
Ese día me toca currar de guardia. Y soy un fidelísimo ateo que no cree en nada más que en lo que construye cada día como un "sí mismo"... pero ahí anda por mi almohada México y, si de repente las placas tectónicas se ponen de acuerdo y quiebran el planeta, al tiempo que germinan olas inmensas en cada uno de los océanos; si pega un pelotazo el trigo o el arroz y muta una bacteria que acaba con los saciados y termina de desheredar a los hambrientos; si se acaba la era del hombre y el sexto sol pone en la cúspide, digamos por caso, a las panteras, yo solo quiero que sepas que me encantaría invitarte a un gin-tonic esa noche, confesarte que me has sorprendido, que me has ganado en la batalla, y que, como canta la Rosenvinge, "tu boca es mi perdición... y yo solo quiero perderme".
5 comentarios:
¿el domingo que viene, dices? bien... dos días de margen: ¿méxico o hong kong?
oh oh oh ¿dónde tengo que firmar?
pues ahí lo tienes. se quita con un poco de jabón.
:)
(como el domingo se acabe el mundo, me voy a acordar de tí!)
eso, bajo presión, que así se trabaja mejor!
que descanse usted bien.
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