Se equivocó Neruda proponiendo la primavera como moneda de cambio:
Yo ofrezco mi contrato indefinido,
la hipoteca al 2,5 de la VPPB,
el coche de segunda mano ya pagado,
la primera cerveza helada del verano,
la declaración de la renta a devolver;
Sí, cambio los años cotizados desde los 16,
los billetes del próximo viaje,
la paga extra que dobla el salario base,
las lincenciaturas y el inglés,
los ahorros del plan de pensiones,
el seguro de vida de por vida,
el sueldo mensual de Nescafé...
Yo cambio mi contrato indefinido,
la primera cerveza helada del verano,
y la primavera última que vivimos,
por que tú me sigas mirando.
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