Me jode despertarme y descubrir que se me congela la carne por arte de birlibirloque; que lo que fueran albaricoques, dídimos de mi nocturnidad, amanecen como frutos de nogal o de avellano -¡qué impiedad!- al otro lado del nórdico y del verano...
...que se ha instalado el invierno sin permiso y el cuarto aún sigue desierto cuando despierto de improviso...
...y no estás.
1 comentario:
yo no quisiera meterme donde no me llaman, pero creo que ya va siendo hora de que tus musas empiecen a trabajar de nuevo.
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