17 mayo, 2011

Voces silenciadas: Siria

(Me reservo la fuente. Solo puede decir que es una

profesional a la que admiro y que este texto corresponde

a una comunicación interna que creo debe ser escuchada)


Sé que tal vez no debería escribir este correo. No quiero molestar aunque imagino que sí lo haré. Os aseguro que mi intención es sólo hacer pensar. Preguntar si hay alguna novedad sobre Siria me parece un crimen contra la humanidad. Vamos todos muy ocupados pero nuestro trabajo es leer, unir datos y construir historias… ¿y eso todavía podemos hacerlo no? En caso contrario nos convertimos en cómplices del silencio. Sé que hay otras prioridades, pero ¿a qué estamos esperando?, ¿¿¿a que se produzca una matanza como la de 1982 en Hama???

Sin periodistas dentro, sin youtube que nos ofrezca en plato el trabajo, reconozco que yo puedo ofrecer muy poco aunque me desgañite por buscar información nueva,y aunque cada medianoche me vaya a la frontera con un grupo de locales que pasan provisiones y medicinas con burros pero que todavía tienen miedo para dejarme filmar. Cada día avanzamos en confianza y … en cansancio.

En estos momentos, a mi lado tengo un padre que se está recuperando de un ataque de nervios. Hemos parado la entrevista varias veces. Logró salir de Deraa hace unos días. Le consumen las lágrimas. Por su familia y por su pueblo. De todas las revoluciones de las denominadas de la Primavera Árabe, sin duda, esta es la más cruel: Nunca habían matado a tantos niños. Nunca habían detenido masivamente a tanta gente, ni torturado con métodos tan crueles. Sin periodistas ni teléfonos hasta las organizaciones de derechos humanos han parado ya de contar muertos -van por los casi 600-

Deraa, Banias… y otras muchas no piensan ceder. El gobierno ya les ha advertido. También les han dado un plazo de 15 días -ya solo les deben quedar unos 11-, para que se rindan.

¿Qué pasará? Probablemente tampoco tendremos imágenes así que … Dicen los sirios que por primera vez en décadas se han atrevido a levantar la voz contra un régimen que ponen a la altura de Corea del Norte en represión y ocultismo. Siento que estoy traicionando a toda esta gente si no escribo esto. Callar, lo lamento, no tiene espacio en mi guión particular. Dejo al señor descansando en el sofá de mi habitación. Ya sabe que lo que me cuente no se verá hoy en España. Mañana lo volveremos a intentar. Yo me iré otra vez con el burro. A ver qué me dice. Es lo bueno que tienen estas coberturas. Te desesperas pero también haces nuevos amigos. De nuevo mis disculpas y confío entendáis mi frustración.

1 comentario:

Juan Díez Blanco dijo...

Llevo varios días comentando esto con mucha gente: no sabemos realmente qué es lo que está pasando allí, pero nos tememos lo peor. Están golpeando tan duro en todas partes que sólo van a quedar dos posibles evoluciones de la situación: agachar la cabeza para siempre o desatar una violencia que no se ha visto en mucho tiempo.